Todos los proyectos de la Cooperación Española:
- Buscan transformar las relaciones de poder existentes, actuando sobre las desigualdades y las prácticas discriminatorias, así como promocionando y protegiendo los Derechos Humanos.
- Saben que sus actividades pueden traer implicaciones diferenciadas para hombres y mujeres; por ello parten de un análisis de las relaciones de poder, definen acciones concretas encaminadas a la igualdad de género y evaluan los efectos esperados y no esperados (tanto positivos como negativos) que han generado.
- Respetan y ponen en valor la diversidad cultural y étnica del Ecuador, promueven la participación plena y efectiva de los pueblos indígenas y afrodescendientes en los procesos y promocionan sus Derechos.
- Determinan cualquier impacto adverso, directo o indirecto, que pueda poner en riesgo la sostenibilidad. Con carácter general, consideran la realización de evaluaciones ambientales así como evaluaciones de impacto ambiental.
- Se orientan a construir comunidades resistentes y resilientes, apoyando que los factores de riesgo se tengan en cuenta de manera continua, y que los estándares y medidas de reducción del riesgo sean parte integral tanto de la planificación como de la prestación de los servicios.
Integración del enfoque basado en Derechos
Partiendo de las políticas (resultados de desarrollo) del Plan Nacional para el Buen Vivir acordadas y priorizadas por Ecuador y España para el Marco de Asociación, se realizó un análisis orientado a identificar los Derechos relacionados; los titulares de Derechos, obligaciones y responsabilidades; los colectivos más vulnerables y los obstáculos encontrados para el pleno disfrute de estos Derechos.
Este análisis permitió definir los resultados de desarrollo con enfoque de Derechos, los cuales buscan generar cambios concretos y medibles en los titulares para ejercer sus Derechos y disminuir las brechas de acceso.
“Si no se introduce la dimensión de género en el desarrollo, se pone en peligro el propio desarrollo. Y si las estrategias encaminadas a reducir la pobreza no potencian alas mujeres, no lograrán beneficiar a toda la sociedad”.
Informe sobre el Desarrollo Humano del PNUD, 1997
A pesar de los avances logrados, y veinte años después de la adopción de la Plataforma de Acción de Beijing en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, hoja de ruta para la consecución de la igualdad entre mujeres y hombres, el reto sigue aún presente: ningún país del mundo ha logrado plenamente la igualdad y muchas mujeres y niñas sufren múltiples formas de discriminación, vulnerabilidad y marginación durante todo su ciclo de vida.
El compromiso de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) con la igualdad de género está basado en más de dos décadas de conocimiento y experiencia, siendo la transversalización del enfoque de género un mandato contemplado en el IV Plan Director de la Cooperación Española y una de las líneas prioritarias del Plan de Actuación Sectorial de Género y Desarrollo de la AECID.
El reto de la igualdad de género nos exige dar un paso definitivo e incorporar “la mirada de género” a nuestro trabajo diario. Y para ello es clave contar con una herramienta práctica que nos permita identificar las cuestiones claves que tenemos que tener presentes a la hora de analizar en qué medida el trabajo de la Agencia está contribuyendo a visibilizar y potenciar a las mujeres como protagonistas del desarrollo y alcanzar dicha igualdad.
GUÍA PARA LA TRANSVERSALIZACIÓN DEL ENFOQUE DE GÉNERO
Integración del enfoque género en desarrollo en el Marco de Asociación País
El Marco de Asociación (MAP) aborda los derechos de las mujeres y la igualdad de género a través de la inclusión de indicadores específicos y de la desagregación de información estadística en los indicadores propuestos.
El MAP se ancla también en la política pública de igualdad: la Agenda Nacional de las Mujeres y la Igualdad de Género.
La participación de mujeres ecuatorianas en las intervenciones que se enmarquen en el MAP, en particular de colectivos doble o triplemente discriminados, así como la disminución de barreras y brechas para la igualdad, será un elemento fundamental.
Se prevé que todas las iniciativas de cooperación enmarcadas en el MAP asuman estos indicadores guía, entre otros, como herramienta para la transversalización del enfoque.
Los pueblos indígenas han mantenido sus sistemas de organización, formas de vida y culturas propias y únicas, constituyendo parte fundamental de la diversidad cultural del planeta. Sus necesidades, demandas y concepciones son propias y únicas de cada pueblo, y diferentes a los de la sociedad envolvente. Este hecho diferencial hace que los pueblos indígenas deban tener el derecho y la capacidad de participar y controlar efectivamente todas las acciones que les afecten con el fin de poder garantizar su derecho a mantener y desarrollar sus formas de vida diferenciadas, ya vivan en zonas rurales o urbanas, y, como consecuencia, a controlar su presente y su futuro. La realización de una cooperación especializada con los pueblos indígenas se justifica además por su carácter de población especialmente vulnerable, como muestran los estudios llevados a cabo en el ámbito internacional, la marginación histórica a la que se han enfrentado, la especial relación que la mayoría de los pueblos indígenas tiene con sus tierras y territorios, y la importancia de mantener la diversidad cultural como patrimonio de la humanidad.
En la implementación de cualquier acción que pueda afectar directa o indirectamente a pueblos indígenas todos los actores deben tomar necesaria y obligatoriamente las siguientes medidas. No podrá financiarse ni apoyarse ninguna actividad que no cumpla con todos y cada uno de estos principios:
- Se debe identificar si afecta o no a pueblos indígenas. En caso afirmativo, se debe indicar si esta influencia es directa o indirecta y la incidencia que puede tener sobre el control y la gestión de sus territorios.
- En cualquier caso, se debe contar con su consentimiento libre, previo e informado (ver documento extenso de la ECEPI sobre formas de obtención) y con los preceptivos estudios de impacto ambiental, social y cultural (para ello, se deben seguir las directrices Akwe:kon aprobadas en la séptima COP del Convenio para la Diversidad Biológica), también se deben llevar a cabo estudios de impacto de género diferenciado para los hombres y para las mujeres, siguiendo las pautas de la Estrategia de género de la Cooperación Española.
- Si está enfocado directamente a pueblos indígenas, deben contar con la participación plena y efectiva de sus hombres y mujeres en todas las fases del ciclo de proyecto y debe ponerse de manifiesto en el documento de formulación, desde un enfoque de género.
- Se apoyan preferentemente acciones que estén enmarcadas en procesos amplios de desarrollo, que los pongan en marcha o les den continuidad. En caso de que no exista un plan de auto-desarrollo propio, se debe fomentar su establecimiento, aplicando metodologías participativas propias de los pueblos indígenas.
- Se priman los proyectos piloto que avancen en la definición de conceptos y en la aplicación de medidas participativas apropiadas que permitan a la cooperación española mejorar su apoyo a los pueblos indígenas.
- Estos principios son igualmente válidos para las modalidades de cooperación de fondos globales, apoyo presupuestario y enfoques sectoriales en aquellos aspectos en los que afectan a pueblos indígenas. Para llevar a cabo estás acciones, los diferentes actores pueden contar con el asesoramiento del Programa Indígena de la AECI. El Programa Indígena participa en la firma de los convenios con ONGD que trabajen con pueblos indígenas y puede solicitar información a las partes sobre el grado de cumplimiento de la ECEPI.
Estrategia de Pueblos Indígenas de la Cooperación Española
Integración del respeto a la diversidad en el Marco de Asociación País
El Marco de Asociación (MAP) asume un compromiso firme con los diferentes pueblos y nacionalidades que conviven en Ecuador. Esto se refleja tanto en el impulso de su participación en el desarrollo, como en la promoción de la disminución de barreras y brechas para la igualdad.
El MAP incluye indicadores de participación de los pueblos y nacionalidades, así como desagregación de la información estadística en los indicadores propuestos. Se prevé que todas las iniciativas de AECID enmarcadas en este MAP, asuman estos indicadores guías como herramienta para la transversalización del enfoque.
Por último, el MAP reconoce y se compromete con la Agenda Nacional para la Igualdad de Nacionalidades y Pueblos como política pública de referencia.
Mientras día tras día vemos cómo el sol se pone a través de la niebla sobre las aguas envenenadas de la Tierra donde nacimos, debiéramos preguntarnos seriamente si deseamos que un futuro historiador del Universo se refiera a nosotros desde otro planeta, diciendo: “A pesar de todo su ingenio y todas sus habilidades, les faltó previsión y acabaron quedándose sin aire, sin alimentos, sin agua y sin ideas».
U. Thant, Secretario General de la ONU, dirigiéndose a la VII Sesión de la Asamblea General, en 1970.
Una lección destacada de la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible es la importancia de incorporar los aspectos ambientales en todas las políticas sectoriales. Esta máxima, reivindicada desde hace décadas en múltiples foros y en la
que se podría avanzar de manera más decidida, es una seña de identidad de la nueva Agenda 2030 para el desarrollo sostenible, que subraya la importancia de transformar el modelo de vida y producción hegemónicos. El reto de la sostenibilidad ambiental impele a todos los gobiernos e individuos y exige un cambio de valores y de organización social mundial.
En ese sentido, la Cooperación Española expresa en su Plan Director su fuerte compromiso con este objetivo, al establecer que se debe continuar trabajando en la “integración de la variable ambiental de manera transversal – incluida la gestión sostenible del capital natural y la lucha contra el cambio climático – en todas las intervenciones y ámbitos, haciendo de ella un requisito imprescindible para la financiación de los proyectos.” En esa misma línea, la AECID ha priorizado la transversalización de género y medio ambiente, reclamando su Plan Estratégico la necesidad de integrar transversalmente el medio ambiente como una acción esencial para obtener resultados en desarrollo.
Alcanzar la sostenibilidad ambiental, mantener en buen estado el medio ambiente y restaurarlo si lo hemos deteriorado, exige dar un paso definitivo e incorporar formas de pensar y actuar diferentes en nuestro trabajo diario. Para ello se ha considerado clave contar con esta Guía como una herramienta práctica que permita ofrecer una visión holística e identificar las cuestiones claves que hay que tener presentes a la hora de analizar en qué medida el trabajo de la Agencia está contribuyendo a dicho objetivo, señalando oportunidades de mejora.
GUÍA PARA LA TRANSVERSALIZACIÓN DEL ENFOQUE DE MEDIOAMBIENTE Y CAMBIO CLIMÁTICO
Integración de la sostenibilidad ambiental en el Marco de Asociación País
En la identificación y formulación de los diferentes programas y proyectos se determinará cualquier impacto adverso, directo o indirecto de las intervenciones en cada uno de los sectores definidos, que pueda poner en riesgo la sostenibilidad e impedir que se alcance los objetivos previstos.
Con carácter general, se considera la realización de evaluaciones ambientales de las estrategias y programas; así como evaluaciones de impacto ambiental en los casos de construcción o rehabilitación de infraestructuras.
Las iniciativas impulsadas en el contexto productivo buscarán convertirse en encadenamientos ambientalmente responsables a través de buenas prácticas y tecnologías limpias.
El Marco de Asociación (MAP) incluye indicadores específicos de sostenibilidad ambiental. Se espera que todas las iniciativas de AECID enmarcadas en el MAP, asuman los indicadores guías como herramienta para la transversalización de este enfoque.
Reducción de riesgos
“Hoy la comunidad internacional es consciente de que los esfuerzos de reducción del riesgo de desastre deben integrarse sistemáticamente en las políticas, los planes y los programas de desarrollo sostenible y reducción de la pobreza. […] El desarrollo sostenible, la reducción de la pobreza, el buen gobierno y la reducción de los riesgos de desastre son objetivos que se refuerzan mutuamente. Para poder hacer frente a los desafíos, es preciso redoblar los esfuerzos” – Marco de Hyogo para 2005-2015.
En este sentido, las intervenciones que se desarrollen en el contexto del Marco de Asociación se orientarán a construir comunidades resistentes y resilientes apoyando que los factores de riesgo se tengan en cuenta de manera continua en todas las intervenciones, qué los estándares y medidas de reducción del riesgo sean parte integral de la planificación y la prestación de los servicios y procesos de desarrollo básicos.