El sector privado empresarial, entendido en términos de las organizaciones empresariales, las empresas y la economía social, asume gran responsabilidad en la promoción de la Agenda 2030. Su participación resulta esencial para el crecimiento económico, la creación de empleo digno, la generación de ingresos fiscales y la financiación de inversiones en las economías en desarrollo. En su actividad empresarial han de combinar la maximización de beneficios con la consecución de objetivos económica, social y medioambientalmente sostenibles a medio y largo plazo. La empresa ha de construir los ODS de la mano del resto de actores, alineando sus estrategias de negocio con los objetivos de desarrollo de cada país, en sus marcos de responsabilidad social corporativa (RSC). Contamos en nuestro país con una Estrategia de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-2020 y un Plan de Acción de Empresa y Derechos Humanos. La red local española del Pacto Mundial de NNUU es de las más activas y nutridas, muestra del compromiso de nuestro empresariado con la Agenda. Por su parte, las organizaciones empresariales juegan un papel central en la articulación de la representación empresarial, en el diálogo social y en el desarrollo de iniciativas y proyectos con participación empresarial.