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En la víspera del Día Mundial de la Alimentación, cada 15 de octubre se conmemora el Día Internacional de la Mujer Rural. Establecido por la Asamblea General de Naciones Unidas el 18 de diciembre de 2007 ().
El 15 de octubre de 2020, las mujeres de las zonas rurales del Cantón Portoviejo en Ecuador, en el marco de su participación activa en el Programa de Dotación de Agua Potable y Saneamiento para las Zonas Rurales de Portoviejo financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) a través del Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento (FCAS); conmemoraron por primera vez el Día Internacional de la Mujer Rural bajo el concepto “Hermanas de Tierra”, plasmaron en fotografías las principales acciones, actividades y roles que desempeñan como un aporte al desarrollo de sus territorios. Esta exposición recorrió las 16 comunidades rurales de Portoviejo donde se implementa el programa. A raíz de su impacto, deciden constituir la Agrupación de Mujeres Rurales Hermanas de Tierra.
En septiembre del 2021 reunida la Agrupación en el marco del Programa y teniendo en mente el impacto que tuvo en sus comunidades el evento de 2020, se propusieron desarrollar el Encuentro Cantonal Mujeres de Tierra, Justicia y Equidad como punto de partida para la construcción de la agenda de mujeres rurales del Cantón Portoviejo. Este encuentro se compuso de cuatro eventos importantes:
En este foro las mujeres analizaron sus realidades y perspectivas de inclusión y organización. Se manifestó como el agua y el saneamiento son elementos articuladores de la participación de las mujeres. Pese a la importante labor que desempeñan las mujeres rurales para el desarrollo de sus familias y comunidades, estas se enfrentan a situaciones de desigualdad y discriminación, sobre todo en el ejercicio de la dirigencia comunitaria, la falta de acceso a la propiedad y a la tierra, las mantienen en condiciones de desventaja frente a sus parejas, expuestas a dificultades para su inclusión económica, lo que no les permite ser sujetos de crédito para el desarrollo de emprendimientos, así mismo, la cultura patriarcal predominante, las encasilla en los roles tradicionales de cuidadoras de hogar, todo esto agigantan las brechas al acceso laboral de las mujeres.
Las participantes concluyeron que el derecho humano al agua y al saneamiento ha sido un privilegio de los sectores urbanos y que, en el caso de los sectores rurales, de quienes viven cerca de las fuentes de agua. Así mismo que la prioridad de agua para las zonas rurales ha estado enmarcada en la dotación para riego, la demanda actual es para consumo humano, un tema postergado, de ahí el valor del Programa de Agua Potable y Saneamiento.
Los temas de las mesas de trabajo se constituyeron de acuerdo a la priorización de las principales problemáticas que afectan a las mujeres rurales de Portoviejo, de las cuales 6 fueron temáticas: 1) Agua y Saneamiento, 2) Participación y organización, 3) Educación, Empleo y Emprendimiento, 4) Tareas de Cuidado en el Hogar, 5) Acceso a la Tierra, y 6) Violencia de Género; y la mesa 7 fue conformada por las presidentas de las comunidades, quienes tuvieron la responsabilidad de la construcción del manifiesto, con base al trabajo que realizaron las mesas de trabajo.
Las mujeres rurales hicieron lectura y entrega del Manifiesto Público a las autoridades cantonales: Director General de la UGP, Director Cantonal de Desarrollo Social, Vocales de los GADs Parroquiales, Vicepresidenta de la Comisión Permanente de Igualdad y Género del GAD Municipal, Secretaria Ejecutiva del Consejo Cantonal para la Protección de Derechos de Portoviejo y Jefa de la Unidad de Género del GAD Municipal.
El Manifiesto tiene como objetivo reconocer la labor de las mujeres rurales, su importancia e incidencia en el territorio cantonal y la conmemoración al Día Internacional de las Mujeres Rurales. En este, expusieron sus requerimientos: Priorizar la inversión para las zonas rurales. Hacer realidad el acceso al servicio de agua potable. Generar procesos de formación política para mujeres que les permitan acceder en igualdad de condiciones a los espacios de representación comunitaria y generar proyectos de vinculación estudiantil formal para las mujeres de las zonas rurales. Generar políticas públicas para las mujeres que son madres. Implementar programas de concientización y campañas de transformación de roles sociales para hombres y mujeres. Programas de crédito específicos para las mujeres rurales no limitados por su estado civil. Programas de formación profesional para mujeres y, para terminar, la descentralización de los servicios de atención a mujeres víctimas de violencia acompañado del fortalecimiento de las capacidades de atención del personal responsable.
(Para leer el Manifiesto presentado: Manifiesto HrmasTierra Port Ec15oct2021 ch (1))
Como cierre de este gran encuentro en Portoviejo, se entregaron Certificaciones a las mujeres rurales que participaron en la primera fase de la Escuela de Formación Comunitaria de Mujeres. En esta escuela, las mujeres rurales aprobaron los primeros 4 módulos de formación de 7 que componen el plan curricular del proceso; 1) Identidad y Sexualidad, 2) Género, Feminismo y Organización de las Mujeres, 2) Marco Normativo Nacional e Internacional de Género, Agua y Saneamiento, y 4) Hábitos Saludables e Higiene, se espera para el periodo 2022 cumplir la segunda fase de la escuela, en el que abordaran los temas 5) Herramientas para la Incidencia Comunitaria y TICs, 6) Manejo y Conservación de las Fuentes de Agua, y 7) Manejo, Mantenimiento y Operación de los Sistemas de Agua Potable y Saneamiento.
Adicionalmente, la Unidad de Gerenciamiento del Programa de Agua Potable y Alcantarillado del Cantón Portoviejo, entregó Reconocimientos a las Mujeres Vocales de los GADs Parroquiales, las Presidentas y presidentes de las Comunidades seleccionadas que se benefician del programa, por su contribución para la cristalización del derecho humano al agua potable y saneamiento en las comunidades rurales dispersas, y la vinculación de las comunidades en el Programa, principalmente de las mujeres; y a las mujeres de las zonas rurales dispersas que son parte de la Escuela Taller para la construcción sostenible con Bambú, por su valor para insertarse en procesos de tecnificación en actividades consideradas tradicionalmente como masculinas, lo que abona significativamente a la trasformación de imaginarios socioculturales que encasillan a las mujeres.